El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha experimentado una "mejoría significativa" en sus síntomas de COVID-19, según una carta del médico presidencial, Kevin O’Connor, distribuida este viernes por la Casa Blanca. Aunque la tos seca y la ronquera persisten, han mostrado una notable mejoría desde el jueves.

Biden permanece aislado en su residencia en Delaware tras dar positivo por COVID-19 el miércoles mientras realizaba campaña en Nevada, un estado crucial para las elecciones de noviembre. Al mismo tiempo, crece la presión entre los demócratas del Congreso para que Biden ponga fin a su candidatura para las próximas elecciones.

En su carta, O'Connor detalló que Biden tomó una cuarta dosis del antiviral Paxlovid este viernes por la mañana, iniciado el tratamiento el miércoles tras su diagnóstico positivo. Los signos vitales del presidente, incluyendo su pulso, presión arterial, frecuencia respiratoria y temperatura, se mantienen "absolutamente normales". Sus pulmones están despejados y los análisis de sangre han descartado anemia o infección bacteriana.

El médico también indicó que se le realizó una prueba PCR a Biden el jueves para confirmar su diagnóstico, después de un test positivo inicial el miércoles. Aún no se ha identificado la variante del virus que afecta al mandatario.

A sus 81 años, Biden es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos y, de ganar las elecciones de noviembre, dejaría el cargo con 86 años. Biden ya había contraído el virus dos veces en el verano de 2022.

El reciente contagio de Biden se produce en un contexto de creciente presión para que retire su candidatura presidencial. Una treintena de miembros del Congreso han pedido públicamente que Biden ceda el testigo. Según informó The Washington Post, el expresidente Barack Obama ha sugerido en su círculo cercano que Biden debería "reconsiderar seriamente" su candidatura tras el debate del 27 de junio contra Donald Trump, donde Biden proyectó una imagen envejecida y tuvo dificultades para concluir algunas frases.