En medio de la devastación provocada por el conflicto en Gaza, un suceso ha sacudido a la comunidad humanitaria internacional. Siete personas que trabajaban para la organización benéfica de ayuda alimentaria World Central Kitchen (WCK) perdieron la vida en un ataque israelí, generando una ola de conmoción y exigencias de responsabilidad.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que el convoy en el que viajaban los trabajadores humanitarios fue alcanzado "sin querer", describiéndolo como un lamentable suceso de la guerra. "Haremos todo lo posible para que esto no vuelva a suceder", aseguró.

Entre los fallecidos se encontraban tres ciudadanos británicos, así como trabajadores australianos, polacos, palestinos y un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense. La noticia ha suscitado respuestas airadas de varios líderes mundiales, incluido el primer ministro de Australia, quien ha instado a asumir una "plena responsabilidad" por el trágico incidente, especialmente tras la muerte de Lalzawmi "Zomi" Frankcom, ciudadano australiano.

Según una fuente médica palestina citada por la BBC, los trabajadores llevaban chalecos antibalas con el logotipo distintivo de la organización benéfica, lo que arroja dudas sobre la afirmación de que el ataque fue un error.

El director ejecutivo de WCK ha calificado el ataque como "imperdonable", anunciando que la organización detendrá sus operaciones en la región, profundizando la crisis humanitaria que ya afecta a miles de personas vulnerables en Gaza.

Con información de BBC.