La tormenta Isha ha dejado un rastro de destrucción en todo el Reino Unido, cobrando la vida de dos personas en accidentes de tráfico. Un hombre en el condado de Londonderry y otro en Grangemouth perdieron la vida cuando sus vehículos chocaron contra árboles derribados por los intensos vientos que azotaron la región.

Los fuertes vientos, acompañados de lluvias intensas, no sólo han afectado la seguridad vial, sino que también han causado perturbaciones en los viajes y dejado a miles de hogares sin electricidad. En Irlanda del Norte, Escocia y el norte de Inglaterra, miles de personas siguen enfrentando cortes de energía el lunes, y las condiciones adversas han impedido a los equipos trabajar de manera segura en la restauración de las líneas eléctricas.

Algunas áreas del Reino Unido han experimentado los vientos más fuertes en las últimas dos décadas, con ráfagas alcanzando hasta 159 km/h (99 mph) en Northumberland. Este fenómeno climático excepcional llevó al cese de las operaciones en el sitio nuclear de Sellafield, aunque el gobierno aseguró que no hubo problemas de seguridad según una actualización del personal.

El transporte público también se vio afectado, con servicios de trenes suspendidos en Escocia durante la mañana debido a lo que Network Rail describió como "una noche salvaje". Sin embargo, se espera que la situación mejore en gran parte de Inglaterra y Gales a lo largo del día.

A medida que el Reino Unido se recupera de los estragos de la tormenta Isha, las preocupaciones aumentan con la llegada de una nueva tormenta, la tormenta Jocelyn, que se pronostica azotar partes del país e Irlanda a partir de mañana, con más advertencias de lluvia y fuertes vientos.

Con información de BBC.