Durante su discurso de Año Nuevo, la Reina Margarita II de Dinamarca reveló su decisión de abdicar en favor de su hijo, el príncipe heredero Frederik. La abdicación se llevará a cabo el 14 de enero, marcando el 52º aniversario de su ascenso al trono a los 31 años, sucediendo a su padre, el rey Federico IX, tras su fallecimiento.

La primera ministra elogió a la Reina Margarita, destacando su papel fundamental al plasmar las palabras y sentimientos que definen la identidad del pueblo danés. A lo largo de su reinado, Margarita se convirtió en una figura pública muy querida en Dinamarca, donde la monarquía desempeña principalmente un papel ceremonial.

Conocida por su cálido trato, habilidades lingüísticas y talento como diseñadora, la reina también se destacó como esquiadora y participó en diversas actividades, desde cursos de judo hasta pruebas de resistencia en la nieve. A pesar de su posición, Margarita mantuvo una conexión cercana con la población, a menudo caminando por las calles de Copenhague sin escolta.

Dinamarca, con la monarquía gobernante más antigua de Europa, verá a Frederik André Henrik Christian asumir el trono como el próximo monarca. Nacido el 26 de mayo de 1968, Frederik, de 55 años, ha estado preparándose para este papel desde su juventud, sirviendo como regente desde los 18 años en ausencia de su madre.

El comunicado del primer ministro anticipa un nuevo capítulo para Dinamarca, con el príncipe heredero Frederik convertido en rey y la princesa heredera María asumiendo el título de reina. A pesar de la relevancia ceremonial de la monarquía, más del 80% de los daneses expresan su apoyo a esta institución, como se evidenció en las celebraciones del jubileo de 50 años de reinado de la Reina Margarita el año pasado.

La abdicación marca el fin de una era y el comienzo de una nueva para Dinamarca, mientras el país se prepara para recibir a su nuevo monarca y a una nueva pareja real.