La gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, ha tomado medidas ante el incremento de la inmigración irregular en la frontera con México. Siguiendo la estela de Texas y California, Estados que ya habían movilizado fuerzas militares, Hobbs firmó el viernes una orden ejecutiva para desplegar a la Guardia Nacional en diversas comunidades afectadas.

En su orden ejecutiva, la gobernadora Hobbs acusó a la Administración Biden de negar los recursos necesarios para abordar la crisis en la frontera de Arizona. A pesar de las solicitudes continuas de asistencia, no se especificó el número exacto de agentes de la Guardia Nacional que serán desplegados. Anteriores gobiernos, sin embargo, movilizaron alrededor de 300 militares para colaborar en la vigilancia de la zona. Este gesto refleja la urgencia de la situación y resalta la complejidad del enfoque demócrata hacia la inmigración en este contexto.

Desde el cierre del puerto de entrada de Lukeville el 4 de diciembre por parte del Gobierno de Biden, la situación en la región ha experimentado transformaciones. Este cierre, justificado por la necesidad de procesar inmigrantes recién llegados, ha afectado duramente a la comunidad, generando críticas de destacados perfiles políticos estatales como los senadores Mark Kelly y Kyrsten Sinema. Las autoridades locales han registrado un aumento sustancial en los cruces, incluyendo ciudadanos de Pakistán, China, Senegal, Mauritania, Ecuador, Bangladesh y Egipto, marcando un punto álgido desde 2008.

Las tropas enviadas por Hobbs se concentrarán en las áreas de Lukeville y San Miguel, con el objetivo de frenar el tráfico de fentanilo, reducir el contrabando de personas y brindar apoyo a las fuerzas policiales locales. La gobernadora también anunció el refuerzo de la presencia del Departamento de Seguridad Pública de Arizona. Aunque no se especificó el número exacto de agentes, este despliegue se presenta como una respuesta integral para abordar la compleja problemática en la frontera. Este enfoque se suma a iniciativas similares, como el aumento de la presencia de la Guardia Nacional en California, liderado por el gobernador Gavin Newsom.