La Federación Rusa enfrenta la peor nevada en 150 años, con temperaturas descendiendo hasta los -50 grados centígrados. Las autoridades rusas han emitido advertencias a los residentes, instándoles a tomar medidas ante esta situación meteorológica crítica.

La cancelación de vuelos comerciales en todo el país se debe a las intensas nevadas, que provocaron cancelaciones y complicaron los aterrizajes debido al mal tiempo.

La reanudación de los vuelos aún es incierta, y miles de trabajadores se encuentran despejando las calles de nieve para prevenir accidentes.

Ante la severa advertencia de las autoridades rusas, la Administración Meteorológica ha anunciado que la temperatura en Moscú descenderá a -23 grados Celsius el 4 de diciembre, representando un peligro significativo para los residentes.