El Sumo Pontífice se dirigió a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro desde la ventana del Palacio Apostólico y expresó su solidaridad con la población de Acapulco en México, que ha sido golpeada por un huracán de gran intensidad. Además, llamó a la protección divina con estas palabras: "Que la Virgen de Guadalupe brinde apoyo a sus hijos durante esta prueba."

En un telegrama compartido por la Santa Sede el viernes pasado, el Papa Francisco expresó su profundo pesar ante la gran magnitud de la catástrofe. El mensaje fue dirigido al arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, y en él, Su Santidad Francisco se mostró muy triste al enterarse del desastre natural en Guerrero. Asimismo, ofreció oraciones fervientes por el descanso eterno de los fallecidos.

 El texto, enviado por el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, también destacó la relevancia de la solidaridad cristiana en estos tiempos difíciles y pidió a la comunidad cristiana que fomente intensos sentimientos de caridad para contribuir a la reconstrucción de las áreas afectadas.