Según las últimas estadísticas, la guerra en Gaza entre Israel y Hamás ha cobrado la vida de más de 5,700 personas, de las cuales más de 2,360 son menores. En un intento por garantizar la identificación de sus hijos en caso de que fallezcan bajo los intensos bombardeos israelíes, numerosos padres en la Franja han recurrido a la práctica de escribir los nombres de sus hijos en manos. 

La noche del lunes al martes, al menos 130 personas perdieron la vida en la Franja de Gaza, en su mayoría mujeres y niños, debido a los continuos ataques aéreos israelíes en áreas como Yabalia y barrios de la ciudad de Gaza. La población del sur de Gaza, que se ha desplazado en masa en busca de refugio en áreas más seguras, también está siendo víctima de los implacables bombardeos que golpean a diario las zonas de Rafah y Jan Yunis.

Familias como la de los Neteel, originarias del campo de refugiados de Al Nuseirat, han sufrido un destino similar. Los equipos de rescate se han encontrado con los nombres escritos en las manos y los pies de los niños fallecidos, una medida para garantizar su identificación adecuada en caso de un trágico desenlace.

En medio de esta tragedia, madres como Urfisal al Yafari, de 32 años y madre de seis hijos, viven con el temor constante por su seguridad. Dos de sus hijos, Mahmud y Yazan, resultaron heridos mientras jugaban en las proximidades de su casa en Rafah, cuando un proyectil impactó en una tienda de comestibles cercana. La tienda, que suele estar llena de niños y jóvenes, se convirtió en el escenario de una tragedia en la que la mayoría de las víctimas eran niños. 

La organización no gubernamental Save the Children informa que al menos 870 niños están desaparecidos bajo los escombros de los edificios derrumbados en Gaza, mientras que los continuos bombardeos, daños en infraestructuras y la escasez de combustible obstaculizan las tareas de rescate. El Ministerio de Sanidad de Gaza ha recibido 1,550 informes de personas desaparecidas, de las cuales 870 son menores.