Descubren científicos chilenos “estrella caníbal”
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
27-02-2024

Foto: Web
Publicado: 27-02-2024 15:50:34 PDT
La estrella en cuestión, conocida como WD 0816-310, es clasificada como una enana blanca y se encuentra a una distancia de aproximadamente 63 años luz de la Tierra
Un hallazgo astronómico ha sido anunciado por un grupo de astrónomos en Chile, quienes han descubierto una estrella muerta que lleva consigo una cicatriz metálica impresa en su superficie, evidencia de haberse alimentado de un fragmento planetario. Este intrigante fenómeno fue observado utilizando el poderoso Very Large Telescope (VLT) ubicado en el Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile.
La estrella en cuestión, conocida como WD 0816-310, es clasificada como una enana blanca y se encuentra a una distancia de aproximadamente 63 años luz de la Tierra. Los científicos explican que esta cicatriz metálica es el resultado de la canibalización de partes de sus sistemas planetarios, un proceso en el cual el campo magnético estelar juega un papel fundamental.
El Dr. Stefano Bagnulo, principal autor del estudio y astrónomo del Observatorio y Planetario de Armagh en Irlanda del Norte, señaló que este descubrimiento proporciona una valiosa visión sobre la evolución estelar y cómo algunas estrellas, como nuestro propio Sol en el futuro lejano, terminan devorando partes de sus sistemas planetarios.
El ESO anuncia el hallazgo de “una cicatriz metálica en una estrella caníbal” 🔴
— EXOPLANETAS Noticias de Ciencia y Tecnología (@ExoPlanetascom) February 26, 2024
Cuando una estrella como nuestro Sol llega al final de su vida se transforma en Enana Blanca y puede “tragarse” los planetas y los asteroides que nacieron con ella. pic.twitter.com/enaNu8xniq
La presencia de metales en esta cicatriz sugiere que el fragmento planetario consumido era considerablemente grande, posiblemente del tamaño de cuerpos como Vesta, el segundo asteroide más grande del Sistema Solar. Este hallazgo también arroja luz sobre el destino potencial del propio Sistema Solar, con la perspectiva de que el Sol, dentro de unos cinco mil millones de años, se transforme en una enana blanca, posiblemente evaporando los planetas interiores como Mercurio y Venus en el proceso.
Aunque el destino de la Tierra aún permanece incierto, estos descubrimientos nos recuerdan la dinámica y la complejidad del universo que habitamos, así como la importancia de continuar explorando y comprendiendo los fenómenos cósmicos que nos rodean.