La oaxaqueña Esther Morales cruzó la frontera hace 12 años tras ser deportada por los Estados Unidos, y luego de trabajar por 20 años como cocinera en el vecino país. Una vez llegando a Tijuana, decidió rehacer su vida en la frontera y seguir luchando por sus sueños. 

Después de años de arduo trabajo, Esther pudo juntar dinero y hacerse de su propio restaurante, ubicado en Salvador Díaz Mirón 4ta. 8448, Zona Centro. Además, creó un proyecto llamado “Comida Calientita” que consiste en recaudar fondos para llevar alimento a los albergues y “ayudar a todas aquellas personas que, así como yo, llegamos sin nada, ni un plato para comer”, comentó Morales. 

Sin embargo, no fue hasta este año que, luego de múltiples recomendaciones de clientes que acuden al restaurante, que se decidió tomar la iniciativa de lanzar su propia salsa “De ese lado también hay sueños”, la cual lleva chile de árbol; mitad tatemado, mitad guisado con aceite, para después agregar los ingredientes que terminan de realzar el sabor de esta deliciosa salsa picante. 

Morales, buscó a la alcaldía de Tijuana para pedir apoyo a la financiación de este proyecto comestible, quienes la apoyaron con la compra de licuadoras industriales valuadas en 15 mil pesos. 

La secretaría de Desarrollo Económico de Tijuana, es la coordinadora general de la entrega de estos créditos su objetivo es ayudar a aquellos migrantes que estén, busquen y logren consolidad sus negocios en Tijuana.

  
Asimismo, esta secretaría se encuentra trabajando para la aprobación de otros créditos a migrantes provenientes de Haití, Colombia y El Salvador, que, en coordinación con la Dirección de Atención al Migrante, buscan que la documentación que requieran (como la tarjeta de residente permanente, a quienes no cuenten con INE) sea tramitada de forma eficaz. 

Cabe mencionar que las personas que trabajan con Esther, son migrantes ya que su compromiso es darle la oportunidad a otros que tengan el entusiasmo de seguir adelante.